Érase una vez el origen
— ¿Un último consejo?
— Estar más cerca del trueno que del rayo del sol
esta longeva gitana se ofrece
a adivinar mi pasado,
seremos culpables
de la velocidad,
de ritos indescifrables
cubiertos del polen mutuo,
del "santificado sea tu nombre"
con pura objetividad,
las películas con paisajes,
sus raíces
y el curso del arroyo,
retrocederé lo suficiente,
integrando la causalidad
qué curioso, leo y
la palabra lluvia
no figura en ningún contrato,
encontrar el bosque,
adivinar la encrucijada,
caminar entre las hojas secas,
mirar al cielo
desde el tobogán,
de momento
una tempestad reina
en cuanto menos lo esperas,
la máquina es lujuria,
ruinas abandonadas
revestidas de coraje,
flechas hacen blanco
en nosotros,
el sol y el mar son cómplices
de todo esto
demasiado al Este es Oeste al fin,
demasiado es libertad
demasiado al Este es Oeste al fin,
pero no debe importar
al estertor de la tarde
ir a ningún lado,
llegar de improviso,
navegar es volar,
ella aguarda en el pórtico
siempre,
investigaré a los ladrones de flores,
consultar un trébol de cincos hojas
o vivir en el techo un tiempo
eso,
me voy al techo
y no esperar nada más.
Marcelo Camisay
Octubre de 2015
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