Lama
una noche calurosa de verano
soñé estar despierto
y caminaba entre las tumbas
algunos miedos;
sin pedir permiso,
me acompañaron
hablamos bastante,
los miraba a los ojos
he conocido a varios;
los reconozco como míos,
otros; no los tuve
aún...
me pidieron algo,
entenderlos
el más anciano de los miedos ,
dio un paso al frente,
pasó su mano por mi rostro,
y en muy baja voz
susurró...
"encuentro tu esencia
en mis ganas de vivir
los significados del tiempo
esas cornisas ocres,
mi péndulo
tu honor
cualquier perspectiva ingenua
será tu destino
el retrato de mi padre
tu cumpleaños, el té,
la máscara veneciana
y lo que nos separa de lo maravilloso"
solo atiné a correr en ese instante
estaba aterrorizado
ellos se quedaron esperando
el viejo miedo desapareció;
(y yo con él)
mañana,
con el primer brillo de la luna,
he de regresar
esta vez
llevo respuestas
pienso contarles de otras noches
las de julio,
donde las huellas se notan más
y los campamentos
están repletos de extravagantes
soñadores,
mujeres con forma de prosa
y bailes entre enamorados,
que no se conocen.
zonas brillantes,
otras sorpresas
varios superhéroes,
y villanos de azúcar
diversos responsables,
la misma escalera
cien ciudades fantasmas,
el mismo ceñir
me va a gustar hallarlos
verlos, tocarlos
la vida es corta
nada puede suplir al carruaje
eso les contaré
ellos saben,
que serán absueltos
volverán
con sus familias
serán azules
cumplirán esas misiones
volarán hasta los campanarios
y encontrarán paz
para siempre
solo en ese instante
los campos de girasoles
podrán, al fin;
ser sembrados
al despedirme
mirándolos a sus ojos cerrados,
además les diré,
por última vez...
"saben bien
como se sobrevive
a todo esto
en una ropa abandonada
hay rouge ,
un poco de mármol
dos gotas de rocío,
tres de olvidos
una de nácar
hay tiempos que corren
y humanos oscuros
pero nada de esto es cierto
son miedos,
igual a ustedes...
son libres ahora
son azules"
Marcelo Camisay
Junio de 2015
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